Por si no tuvimos suficiente con las sorprendentes y polémicas declaraciones de la Secretaria General del PP, Mª Dolores De Cospedal, en las que hace dos días denunciaba el "acoso" del Gobierno al PP, hoy se ha despachado con nuevas acusaciones en las que afirma que España vive un "Estado policial" similar al franquista. Montando un escenario en el que el Gobierno supuestamente utiliza todas las intituciones para acosar y derribar al PP, Cospedal afirma, así mismo, que "le consta" que dirigentes de su partido sufren escuchas telefónicas ilegales. Actuaciones que ponen en peligro las instituciones de la democracia.
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Pues mira usted, señora Cospedal. Yo creo firmemente en la democracia, en los valores que defiende, en la importancia de fortalecer todo cuanto sustenta el Estado de Derecho. Me siento más libre cuando mi vecino es más libre, y por ello me siento especialmente orgulloso de los avances sociales conseguidos en la primera legislatura de Zapatero. Y por todo ello y mucho más, sus palabras me parecen tremendamente ofensivas.
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Me parece de una soberbia intolerable que ustedes se crean por encima de la justicia. Que, cuando los casos de corrupción les abruman en Madrid, Castellón, Valencia y Baleares, lejos de adoptar una postura de respeto a la justicia (y ya sé que eso es mucho pedirles a ustedes) saltan otra vez con sus ya famosas conspiranoias. También "les constó" durante los años posteriores al 11-M que hubo una conspiración descomunal del PSOE, la policía, los jueces y los terroristas para echar al PP de La Moncloa. También "les constaba" que fue ETA, a pesar de todas las evidencias en su contra. Y ahora, claro, el PSOE ha organizado una caza de brujas contra los "defensores de la democracia", es decir, ustedes (¿¿??), en un estado policial franquista. De eso saben mucho sus mayores, señora Cospedal. Pregúnteles en el siguiente aquelarre.
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Me parece vergonzoso e hipócrita que sean precisamente ustedes quienes hablen de poco respeto a las instituciones democráticas. Ustedes, que bloquearon durante años la renovación del CGPJ y del TC por espurios intereses partidistas. Ustedes, que han mostrado su desprecio ante la Ley recurriendo multitud de leyes como la del matrimonio homosexual, la ley antitabaco (al menos en la Comunidad de Madrid), la instauración de EpC y muchas otras; ustedes, que han cuestionado constantemente a la justicia cuando sus dictámenes no les daban la razón y han faltado al honor y a la integridad de jueces como Baltasar Garzón, ustedes, repito, deberían ser los últimos monos en abrir la boca.
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