Quizá hayáis oído algo al respecto en estos últimos días. La noticia se refiere a dos empresarios de El Ejido, en Almería, en prisión desde 2004 tras protagonizar unas brutales agresiones racistas a dos inmigrantes sin papeles, y condenados a 15 años de prisión "sin posibilidad-según dijo entonces el Gobierno- de indulto alguno". Podéis encontrar la historia en EL PAÍS o en el blog de nuestra compañera Lola. Pues bien, el ayuntamiento (del PP) ha solicitado el indulto de ambos "por ser lo que quieren la inmensa mayoría de los ciudadanos". Y la oposición (del PSOE) se ha limitado a mirar para otro lado.
Mirad, supongo que es perfectamente legítimo que -como dice el artículo de El País- un grupo de familiares o amigos intenten promover el indulto. Pero dudo mucho que una "inmensa mayoría" de los ciudadanos apoye indultar a dos personas culpables de secuestro y agresiones racistas. Y aunque así lo fuera -cosa que es palmariamente falsa-, el Estado de Derecho se bajaría literalmente los pantalones en caso de dejar que algo así sucediera. Ni indulto, ni tercer grado, porque los delitos cometidos son muy graves. Están en juego los derechos fundamentales de las personas, la dignidad, la Justicia (si es que no se han cansado ya de vapulearla). Y que el PSOE, en la oposición, no haya clamado al cielo tiene BEMOLES. Que lo haga el PP, sinceramente, no me sorprende. No es el primer ejemplo de xenofobia en sus filas. Pero que tal petición pueda si quiera ser considerada sería, sinceramente, una vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario