El veintidós de septiembre pasado, éste que os escribe ahora desde la abarrotada sala de un locutorio madrileño tuvo la oportunidad de entrevistar a Alfonso Guerra en su despacho del Congreso de los Diputados. La razón no viene al caso y del encuentro con el histórico dirigente socialista, si alguna vez se publica, daremos sobrada cuenta en este blog. Pero recuerdo la anticipación y cierto nerviosismo previo. No en vano íbamos a conocer a uno de los protagonistas de la transición española y de los primeros años de una democracia aún en pañales. Y eso, admitámoslo, no sucede todos los días.
En aquella charla, que duró algo más de una hora, repasamos su punto de vista sobre la actualidad política (preside la Comisión Constitucional del Congreso y la Fundación Pablo Iglesias, entre otras cosas), pero también aquellos años de consenso en que se dio forma a la Constitución, que habría de ser la espina dorsal de una maquinaria democrática que pugnaba por ponerse en marcha con las mayores garantías. Recordando aquellos días sin apenas descanso, sabiéndose protagonistas de un momento único en la historia de España y trabajando hasta la extenuación por hacer la mejor de las Constituciones para todos los españoles y españolas. Repasando las relaciones con la Derecha española, la Iglesia, los primeros años de gobierno, la vocación a la que renunció por dedicarse a la política.
Hablar con Alfonso Guerra fue, sin duda, un privilegio. Recuerdo de aquella reunión la sorprendente cercanía de un compañero y la sensación de estar ante un libro abierto. La mirada atrás en el tiempo a través de sus reflexiones y el llegar a intuir cómo debió ser vivir aquellos años tan trascendentales y aún más, ostentar la responsabilidad de gobierno cuando todavía se estaba saliendo de una dictadura de casi 40 años.
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Mañana, domingo 2 de diciembre de 2007, se cumplen 25 años de la llegada de González y Guerra a la Moncloa, y desde aquí me uno a las felicitaciones y os invito a leer la crónica del reencuentro de Guerra y González en aquella habitación del hotel Palace donde entonces celebraron, de la mano y asomados a la ventana, los 202 escaños que obtuvo el PSOE en las elecciones de 1982 y el inicio de una aventura que habría de transformar radicalmente la sociedad española.
2 comentarios:
Enhorabuena, quiero ser el primero en decírtelo. Ya me gustaría a mi. Aunque lo vi en persona no tuve la suerte de preguntarle nada. Preciosa foto que pusiste en el post; todo un símbolo de una pareja de líderes políticos que supieron conjugar sus respectivos papeles. Recuerdo que cuando triunfó el PSOE al día siguiente estaba yo en la sede de Santa Engracia para intentar ver a uno de ellos, pero, evidentemente, no pudo ser. Veinticinco años ya y parece que fue ayer.Guerra y Felipe alzando el puño tras haber ganado las elecciones. Ahora ahí los tenemos canosos y con arrugas, pero siguen siendo dos emblemáticos políticos. Fui y sigo siendo admirador de ambos; sus comentarios y su críticas no dejan de interesarme. Festejo contigo y con todos los que se sumen el día de hoy. Alzo mi copa en recuerdo de aquella histórica victoria y que sirva de aliento para que el socialismo vuelva a triunfar en las próximas generales. Salud.
Cuanto te envidio en este momento ...pero que conste que envidia sana ...y que te felicito de veras por ello....
Lo celebro contigo...un beso
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