Tras la contundente victoria del senador por Illinois Barack Obama en las siete últimas primarias (Las del fin de semana en Maine, Virgin Islands, Louisiana y Nebraska, y las de ayer en Virginia, Maryland y el Distrito de Columbia), el impulso que cobra en la carrera por la nominación demócrata le hace erigirse en el gran favorito de todas las encuestas.
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Por primera vez, Obama adelanta a Clinton en número de delegados, y cabe preguntarse si esta serie de victorias incuestionables (porque además, donde gana, lo hace por diferencia) no generará un efecto dominó en el resto de primarias aún por celebrar. Y es que, según casi todas las indicaciones, es muy probable que esto suceda: al apoyo abrumador que Obama recibe de los jóvenes y de los electores independientes, se le empieza a unir el respaldo de aquellos que solían favorecer más a Clinton en sus preferencias (mayores y mujeres). En cualquier caso, resultaría demasiado arriesgado predecir ya la victoria de Obama. Pienso si realmente será tan bueno como las expectativas y la pasión que ha generado parecen indicar... No dejo de pensar que es demasiado conservador para mi gusto. Pero si ganase las primarias, y ante una muy improbable candidatura con Clinton como vicepresidenta, ¿quién no ha pensado en Edwards? :-)
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Las espadas siguen en todo lo alto, y los candidatos tienen ya en el punto de mira las primarias de Hawaii, Wisconsin... y sobre todo las de Texas y Ohio (4 de marzo), dos grandes estados con un elevado número de delegados. Veremos que pasa.
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