viernes, 9 de mayo de 2008

¡¡Basta de tolerar la Violencia de Género!!

Según informa hoy la Cadena Ser, no se ha hecho nada para aplicar la Ley de Violencia de Género en el campo educativo desde que la norma fue aprobada a finales de 2004. Ni se habla de ello en las clases, ni ha habido formación del profesorado, ni se han revisado los libros de texto para eliminar el lenguaje sexista. No hay expert@s de género en los centro educativos y las inspecciones no vigilan que se cumplan estas medidas. La única que sí se ha tomado -y tan sólo en siete CC.AA.-, ha sido la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, cuyo capítulo de Género ha quedado muy desvirtuado (principalmente en los colegios concertados religiosos).

En El País, desayunamos sabiendo que un padre maltratador, guardia civil para más inri, podrá recuperar la patria potestad de su hija de diez años en cuanto salga de la cárcel. Cumple allí una condena de cuatro años y medio por un delito de abusos continuados sobre su hijastra (Patricia, 17 años: se suicidó arrojándose a las vías del metro en febrero de 2008, pocos meses después de denunciar el caso) y otro de abusos sobre otra de sus hijas, que entonces tenía 6.

Como un mínimo absolutamente irrenunciable, estas dos noticias que hoy incomodan nuestras conciencias deberían hacernos reflexionar profundamente. Reflexionar y alzar la voz en grito, exigir a nuestros representantes locales, autonómicos y nacionales, una verdadera unidad comprometida, a la mayor urgencia, con desterrar para siempre esta auténtica lacra social. No es de recibo, no lo es, que tres años y medio después de su implantación, continúen sin aplicarse los puntos de la Ley que se refieren al ámbito educativo. No es sino a través de la educación a nuestros pequeños que podremos decir, a medio o largo plazo, que hemos ganado esta lucha.

Ahora que tanto nos gusta hablar de una verdadera democracia; ahora que nos llenamos la boca de pedir una mayor participación ciudadana; ahora es cuando podemos demostrar que en el sistema que sea, y en la sociedad actual, los ciudadanos no podemos quedarnos quietos y callados ante la lentitud de nuestra clase política. No quiero oír hablar de colores ni de ideologías, porque en esto no hay más que dos bandos: el de los maltratadores y el de los maltratados. Y si no actuamos, es nuestra pasividad la que ayuda a perpetuar estos crímenes, y estamos tomando partido por el bando equivocado.

Pasemos pues a la acción. Te pido, como ciudadano y en nombre de la justicia, que pases este mensaje, en beneficio de tod@s. Por Patricia y por todas las víctimas de violencia de género pasadas, presentes y futuras.

(la foto, de EL PAÍS, muestra a José María Cenamora, maltratador. El guardia Civil de cuyo caso he hablado).

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