lunes, 4 de enero de 2010

EL ARZOBISPO DE GRANADA DEFIENDE EL ABUSO CONTRA LAS MUJERES QUE ABORTEN


Compara el aborto con los crímenes nazis

En la homilía que Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada, ofreció a sus acólitos el pasado domingo 20 de diciembre, quedaba espacio para pocas dudas. El prelado granadino identificó el aborto con el asesinato de un niño indefenso, para a continuación afirmar que si una mujer aborta, el varón adquiere "licencia absoluta para abusar de su cuerpo, sin límites". Para Monseñor Martínez, los trabajadores sanitarios son colocados en una postura similar a la de los soldados en los regímenes de Hitler o Stalin, a pesar de que considerar que los crímenes de aquellos son menos graves que el aborto.

Para aquellos que estén más desconcertados, repito que estas afirmaciones las realizó en la homilía del pasado domingo, en España, en pleno siglo XXI, donde además realizó una nostálgica defensa de aquella "preciosa Edad Media, que nadie se atreve a recordar porque tampoco es políticamente correcto", cuando existía una orden cristiana que se negaba a pelear con menos de dos enemigos a la vez, porque "era indigno pelear de igual a igual con alguien que no fuera cristiano". Nada dijo, por cierto, de los crímenes que por aquél entonces cometía impúdicamente la Iglesia católica, incluyendo aquellos de la Inquisición.

Una vez más, un miembro destacado de esta Iglesia muestra el lado más oscuro del movimiento católico. Tengo, por otra parte, el convencimiento de que la mayoría de los cristianos de este país no pueden estar de acuerdo con semejante sarta de sandeces, que incluso me pregunto si no pudieran constituir algún delito en el marco de la Ley de Violencia de Género. Bajo mi punto de vista, va más allá de exponer su punto de vista; hace apología de la violencia contra las mujeres y, de ser posible, la Fiscalía debería actuar de oficio. Porque no creo yo que la Conferencia Episcopal vaya a tomar cartas en el asunto.

Qué miedo me dan... Sujetos siniestros como éste empeñándose en que España no termine de abandonar nunca ese nacionalcatolicismo tan rancio y tan patrio que cree tener licencia absoluta para meterse en la vida de todos y cada uno de los españoles, diciéndonos lo que debemos hacer y lo que no. Esa misma iglesia que da la mano, como lo ha hecho siempre, a dictadores con las manos ensangrentadas mientras sus palabras derrochan de todo menos comprensión y respeto frente a los que piensan de manera diferente.

Gracias por despejar las pocas dudas que tenía: apostataré cuanto antes -suponiendo que Rouco decida respetar la ley-, que me borren, que paren el autobús, que a este club yo no quiero pertenecer.

DOCUMENTO ADJUNTO: consulta la homilía íntegra de javier Martínez sobre el aborto.
(Foto publicada en Publico.es)
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