miércoles, 14 de abril de 2010

POR LA MEMORIA Y EL FUTURO DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA

"En estos momentos, cinco en punto de la tarde, Madrid entero, bajo un magnífico sol de primavera, presenta un aspecto de animación y júbilo extraordinarios. Las calles, materialmente invadidas por el pueblo –por todas las clases sociales– vitorea con el mayor entusiasmo a la República. No se ve a un guardia, como no sea uno urbano”. 
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Esta crónica tiene 78 años exactos. La publicó Heraldo de Madrid el 14 de abril de 1931, y de ella se hacía eco el diario Público el año pasado. "Escrita casi en tiempo real, mientras la ciudad vivía una convulsión replicada en todo el país. España se deshacía de su rey, Alfonso XIII, derrotado moralmente en las elecciones municipales del 12 de abril. España se vestía con el traje tricolor y se tocaba con gorro frigio. La II República había llegado."

Hoy, 14 de abril, se conmemora el 79 aniversario de la proclamación de la II República, y hoy más que nunca es momento de replantear el debate sobre la perviviencia de una institución tan anacrónica como la monarquía en España. No sería sino la consecuencia lógica de llevar los principios democráticos contenidos en nuestra Consitución a sus fines últimos. Si todos los españoles somos iguales ante al Ley, no cabe mantener a una familia real privilegiada sobre el resto por un simple valor diplomático. Si todos los españoles somos iguales ante la Ley, no es admisible que tengamos un Jefe de Estado que no es elegido democráticamente. Si queremos una figura similar, ¿no sería más lógica la elección de un presidente de la República junto con el primer ministro, al estilo de otros países? Y ni siquiera es estrictamente necesario, puesto que hay repúblicas federales que no tienen presidente (como los Estados Unidos, sin ir más lejos). Si todos somos iguales ante la Ley, va siendo hora de agradecer servicios prestados y desprenderse de la Gran Familia Mantenida.

La II República, por supuesto vilipendiada por la caverna mediática y política de la derecha española, supuso enormes avances sociales, quizá -eso sí- demasiado radicales para la época. Se otorgó el voto a la mujer. Se intentaron poner los pilares para acabar con el terrible analfabetismo de la sociedad española, que en 1931 superaba el 44%, y dotar al pueblo de una educación laica y moderna, de espíritu crítico y participativa, siguiendo las técnicas pedagógicas más vanguardistas antes ensayadas por la Institución Libre de Enseñanza. La cultura entendida como un bien de todos. Las Misiones Pedagógicas. Y, sobre todo, consagrar (nunca mejor dicho) la separación entre Iglesia y Estado, establecimiento de un Estado laico, extinción de los privilegios de una Iglesia que seguía dominando la sociedad española.

Yo no me levanto por la mañana maldiciendo al destino porque los Borbones aún campan a sus anchas. Pero es indudable que España sería mucho más democrática con un sistema republicano que, dicho sea de paso, no debería de asociarse tan sólo a la Izquierda ideológica. Hablamos de un sistema de Gobierno 100% elegido democráticamente que como tal no tiene colores; no olvidemos que al rey no le eligió el pueblo, sino  que vino impuesto en el 78... Claro que también es cierto que es la izquierda la que casi exclusivamente reclama una III República en España. Y que el PSOE ha tratado, en estos años de democracia, mucho mejor a la monarquía que el PP. 

Hoy, 14 de abril, se conmemora la proclamación de una República que por cierto vió la luz en el Ayuntamiento de Eibar, en el País Vasco, horas antes que en el resto de España. Hoy es momento para colgar la bandera tricolor de nuestras ventanas y para pedir, más alto que nunca, ese debate público sin miedos ni manipulaciones.

2 comentarios:

-_- dijo...

No soy muy de banderas, en el sentido del laicismo patriótico. Entiendo más bien el patriotismo como el civismo activo y, si puede ser, el activismo cívico.

Pero la bandera de la Segunda República Española cromáticamente me parece bellísima, mucho más que la rojigualda. Si he de quedarme, pero, con alguna, la combinación de colores de la bandera boliviana, parecida a la republicana segunda nuestra pero con su tercera franja en verde, creo que es mi favorita.

El segundo proyecto republicano tenía una esencia excelente: democratización, instituciones, principio de legalidad y de igualdad jurídica de todos... Lástima que inmovilistas y revolucionarios de todo signo fuesen o se hiciesen lo suficientemente fuertes como para desestabilizar y acabar abortando aquella experiencia.

Además del laicismo y el énfasis en la educación, hubo algo clave que terminó de encender los ánimos de los antiguos estamentos privilegiados: la eliminación del latifundio.

Si tengo que escoger un modelo de presidencia republicana, apostaría por la simple, como en U.S.A., pero con sistema parlamentario, no presidencialista.

En cualquier caso y sea como sea, el tener un Jefe del Estado al que se puede renovar periódica y democráticamente en el cargo mediante sufragio universal, directo o indirecto, al que se puede destituir y quien, una vez separado de su cargo, es un ciudadano normal a nivel legal y no inmune a la legalidad es algo básico para hablar de igualdad entre los ciudadanos.

No creo que la Monarquía española actual sea el gran problema del país ni el primero. Hay cosas más acuciantes. Noruega p.ej. es una monarquía. Suecia también. En cambio, van haciendo bien sus deberes en lo que aquí no los hacemos. Sea como sea, antes o después éste es un tema que deberá tratarse también.

Un saludo,

M L dijo...

The Spanish Republic, La República Española, once it were proclaimed again, would be acknowledged immediately. First by the French Republic, then by the United States of America, then by the Federal Republic of Germany, and then by the rest of the world.

422x.wordpress.com

M. L.