Sobre la ANV y la izquierda abertzale

Gran parte de la actualidad política nacional se centra estos días en la más que probable impugnación de las múltiples listas electorales presentadas por la izquierda abertzale (presuntamente ilegales por cuanto podrían prestar continuidad a la ilegalizada Batasuna) de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo próximo.

Desde el Gobierno y múltiples sectores de la sociedad existe el convencimiento de que gran parte de estas listas –Sozialista Abertzaleak, ANV, candidaturas independientes- corresponden al esfuerzo de Batasuna de, como dijo Arnaldo Otegi, “estar presente en las elecciones de mayo, sin duda alguna”. Y cualquier persona con un mínimo de objetividad concurrirá que desde la Fiscalía y la Abogacía del Estado se han venido realizando todos los esfuerzos necesarios para, en la medida de lo posible, evitar los indudables engaños que pretenden soslayar la ley de Partidos vigente.

Parece estar bastante claro que Socialista Abertzaleak ES Batasuna. Lo mismo ocurre con gran parte de esas candidaturas independientes presentadas en Navarra y en todas las provincias del País Vasco. Pero el problema con la ANV es de diferente calado.

Puede que sean herederos de Batasuna, aunque es muy complicado saberlo con certeza. Y yo puedo tener el convencimiento personal (y lo tengo) de que Batasuna está detrás y que esto no es más que una artimaña para poder presentarse a estas elecciones... Pero manejo UNA OPINIÓN y no tengo pruebas, y si de mí dependiera el tomar una decisión me andaría con mucho, mucho tiento. Informa EL MUNDO, basándose en un informe de la Policía Nacional, de una reunión que habría tenido lugar en enero de 2003 entre Batasuna y la ANV para fijar un acuerdo de colaboración. Aún cuando fuera cierto, se me antoja poco probable que de este informe pueda desprenderse poco más que una sospecha (por muy fundada que esté) en la que creo no puede basarse una impugnación de todas las listas o mucho menos una sentencia de ilegalidad. No olvidemos que la ANV rechaza expresamente el uso de la violencia y cumple con la Ley de Partidos. Y, en tanto eso ocurra, es una opción política más que no puede ser dejada de lado en un estado democrático y de derecho.

En la misma línea, a Rajoy y a su partido se les está viendo el plumero, pues a juicio del que suscribe no hacen si no preparar el terreno para sacar rédito de una posible no impugnación de alguna de las listas. Aparecen estos días en los medios sosteniendo que "es evidente que la ANV es Batasuna", pero quizá deberían ser un poco más cuidadosos (y éticos) sabiendo que no se puede ilegalizar a un partido ni rechazar unas listas electorales basándose en PRESUNCIONES. Y serán presunciones hasta que no haya PRUEBAS irrefutables. Y de momento, salvo en algunas listas que el Gobierno sí impugnará, no se puede ir más allá, queramos o no. A eso se le llama ESTADO DE DERECHO y RESPETO A LAS LEYES. Por favor, no busquemos la polémica fácil con tanta falta de ética... Y gánese esos 8.000 euretes que se mete entre pecho y espalda, señor Rajoy.

(Foto de El País.com)