miércoles, 6 de junio de 2007

AL GORE, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional

Cualquier noticia es buena para mantener el asunto medioambiental y del Calentamiento Global en primera línea del debate público. Un asunto que antes era ninguneado por la mayoría de gobiernos ha ido poco a poco conquistando espacio en las agendas políticas de las diferentes potencias. Al respecto, la iniciativa de Al Gore (con el documental "An Inconvenient truth") ha tenido un indudable impacto mediático que merece este reconocimiento, precisamente cuando con motivo de la próxima cumbre del G-8 en Heiligendamm se intentaba conseguir un mayor grado de compromiso de las principales potencias.

No hay que olvidar que, para empezar, Estados Unidos se negó a ratificar el Protocolo de Kyoto y se resiste a cuantificar de manera alguna su compromiso de reducción de gases de efecto invernadero. Como consecuencia, otros países como China, India y Japón son muy poco proclives a llegar a un entendimiento. Lo peor es que ni siquiera un eventual cambio político en el país de la gran manzana parece garantizar nada, pues ni siquiera Nancy Pelosi, actual presidenta del Congreso americano desde la victoria del Partido Demócrata el año pasado, quiso pronunciarse a favor de un pacto internacional contra el cambio climático. Estados Unidos es el país que más gases contaminantes suelta a la atmósfera terrestre.

Los países en rojo no ratificaron el tratado de Kyoto

Es una vergüenza que EE.UU., con su nivel de industrialización y su boyante economía, no esté dispuesta a comprometerse por algo que no afecta a todos. Por no comprometerse, la administración Bush ha incluso subvencionado a los científicos dispuestos a cuestionar el calentamiento global.

AÑADIDO CON FECHA 7/06/07

Los países del G-8 salen hoy en los medio contentos por un "acuerdo marco" en el que las potencias (EE.UU. inclusive) se comprometen "a reducir significativamente" la emisión de gases de efecto invernadero, y han acordado que dicha negociación tenga lugar bajo el amparo global de las Naciones Unidas. Se empezará a negociar, de manera más concreta, en la cumbre de Bali a finales de este año.

No obstante, dicho acuerdo no ha sido bien acogido ni por Greenpeace ni por otras múltiples ONG, que la califican de "ridícula" e "insuficiente" y se refieren a ella como una "declaración política vacía de contenido", pues no establece un límite concreto de CO2 ni especifica cifras.
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Tanto los líderes del G-8 (con la anfitriona Merkel a la cabeza) como los diferentes medios de comunicación presentan esta "declaración de intenciones" (porque no es más que eso) como un gran triunfo de la diplomacia europea. No obstante, y a pesar de recibir moderadamente bien todo lo que ayude a abordar este problema, yo tengo mis dudas de los aspectos concretos que vayan a salir en el futuro. Más bien suena a que han buscado la mejor manera de salvar la cumbre y salir del laberinto diplomático en el que se habían metido, ya que si los Estados Unidos hubieran mantenido su rechazo frontal a comprometerse de manera alguna ello se hubiera interpretado, en primer lugar, como un fracaso de la canciller alemán.
Veremos.

1 comentario:

nata dijo...

Creo que es un reconocimiento muy merecido